sábado, 1 de abril de 2017

Me encantaría
encontrarte en un campo bello
sembrado de espigas,
de fértiles mieses...
Luego tener un jardín con mi piano
y poder tocar para ti piezas humildes
pero celestiales...
Luego ver tu rostro en cada tarde que se acerca al ocaso...
ver tu mirada clavada en la mía,
aquella que mira lontananza, hacia el infinito...

No hay comentarios:

Publicar un comentario