miércoles, 21 de noviembre de 2018

El caballero y la pasión



Miel oscura
mirada diáfana
de ella;
la antesala
tejía la evidencia
de su ser...

Restañaba heridas
su estandarte florido
en fogosa cabalgata
y encontraba el arroyo
donde escondido,
yacía perturbado caballero.

Hojas de parra cubrían
sus cansadas sienes
y brillaban sus pupilas.

Su rictus no variaba,
se amoldaba
a mis ojos desvariados;
y así encontró la tarde
la sutil evidencia
de una Venus
convertida en hembra.

Resistía la arremetida de lo bello.
Era yo, luchando en desventaja,
batallando contra lo evidente,
frente a lo sublime convertido en carne.

Mas, superior fue el deseo
fuerte la sed de dicha,
y abrazados, al fin,
en asaz torbellino de pasión divina
rienda suelta dimos
al efímero goce de lo Eterno.

Hincado en penitencia,
hoy que rezo por mi alma,
perturbado ante un altar,
comprendo que la dicha
se ha de guardar cual fue:
-negación de lo evidente-
dulce canto que te quema en vida.

Se ha de callar  y mentir a tu alma bella...
para no dañarla con atroz lamento
de quien se sabe ruin ante el amigo:

¡Para ahogarla si es preciso con mortaja,
mas no con el abyecto manto del cobarde!


Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados

lunes, 19 de noviembre de 2018

ODA AL FUEGO (Por Gustavo Bonelli)


Fuego abrasador
encendedor de pasión
vives en mi entraña;
desde que era niño
siempre te reconocí.

Ollar caliente
te atisbo en mis batallas
en los arreboles de mis tardes
de soledad.

Te hallé en la gélida montaña
en los riscos
frente al Báltico y en Dover
te encontré en un bosque helado,
en Panonia y en Bohemia.

Compañero de mañanas claras
de trópicos mal nacidos
en vaivenes de hamacas
en guajiras tierras y selvas llanas.

¡Oh fuego eterno, ternura fiel
bendita cosa, dulce miel de boca.
Arrullo eterno de mi alma,
musa eterna y tierna hondura
do reposa mi ansia loca!

Eres como yo,
pues retienes en tu esencia
frescura insolente,
acre sabor de boca.
Eres como yo,
pues clamas y deambulas
y no hieres con tu flama.

Fuego poderoso
almíbar cadencioso
cubre cada parte de tu par
y no olvides protegerme
con tu luz, pues ella trae
nuevos trajines y regios gozos.

¡Pues en tu esencia
hallo su cabello y su fragancia,
su dulce hálito y sus labios rojos!

Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados

lunes, 24 de septiembre de 2018

La otra quimera


Yo soy el dueño de tu otra esencia,

del destello de tu mirada al contemplarme.

Soy el paladín de tus desvelos inmaculados

y de tus inopinadas visitas por la tarde.

Soy quien deambula por la pradera creyéndote encontrar,

llevando en mi pecho el candil de tu sonrisa,

tan acomodada y cálida frente a la maraña de mis versos.

Soy el que arremete tu hodierno trajinar de singular amazona en el

bosque baldío,

plagado de sutiles y grandes amenazas;

el que mira sin pestañear, la recia

armadura

con la que cabalgas en pos de tu ilusión y tu quimera.

Y sin embargo, al observarte sin mirarte,

mis pupilas se han disuelto en el encanto de tu ser

para poder contemplarte en el éter que ahora es nuestro,

porque lo robé para los dos.

¡Admítelo ya, mi bella ondina!

¿No ves que soy el puerto de tus ansias, el pórtico de tus ideas peregrinas?

¿Que en ellos amaso tus rastros de niña enamorada y que los mezclo con el furor de tus abrazos;

con el ardiente frenesí de tus caricias y tus besos?

¡ Es que has nacido en mi alma una y otra vez;

es que creyéndote perdida, por amor has trascendido espacio-tiempo para venir a morar en mis entrañas,

para poblar de deseo y de ardiente vida mi ilusión!

©Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados

Por favor, lee mi poema escuchando a Nigel Hess, en este Piano Concerto (1st movt.: The Smile, interpretado por Lang Lang.

miércoles, 7 de marzo de 2018

REALIDAD

Yo ya no soy dueño de mis realidades,
sino de bondades donde reposa tu alma.
Yo ya despedí mis suelos
porque envejecieron, murieron
y se rieron aun yertos, de mí.
Tú ya tienes mi báculo, mi espada y corona,
con ellos has construido metálico traje
para obsequiarme el más bello sobrepelliz,
aquel que vestí la otra noche en tu alcoba
ése, con el que tú, supiste hacerme feliz.
Hoy yazgo horadando en la nada y encuentro
tu amor que cual daga traspasa mis tuétanos
con artera y certera destreza de arquero.
Ese lance carcome mis órganos
y me hace temblar de agonía sombría,
me destruye y agobia
mas, aun así, permite que ría...
Hoy luzco en la playa tus divinos trajes
y lo que me reconcome hasta ayer, ya no es más.
"Te adoro", me han dicho tus ojos.
"Te extraño", me ha hablado tu boca.
"¡Mi todo!", gritóme tu ser...
Y yo ante ello, transfigurado y devoto
me he vuelto un todo enamorado,
girado ardiente, hacia tu mirar
y en tus pupilas he visto las mías
y en tu boca tibia, he aplacado mi sed!

© Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados

domingo, 4 de marzo de 2018

BÚSQUEDA POSTRERA


Me aferro a tu alegría diurna
a la calidez de tu voz
al vaivén sutil de tu pelo
y de tus tiernas caderas en flor.

¡Quiero que esta vida sea de verdad!

Me aferro al encanto de tu feminidad
al glorioso culminar de tu vientre
a tus pies tornasolados de musa
al colorete que no usas
y al rimel inquieto de tus pestañas.

Me aferro a tu vida taciturna
a la explosión de tus dientes
al discurrir de tus dedos
y al tocado hecho de hilachas,
que refleja tu augusta mejilla...

Me aferro a tus besos melosos
a tus labios que buscan mi boca,
cual si fuera una oración postrera.
A tu conciencia de ti y tus aromas,
aquellos que sorbes en la quietud de la tarde.

Me aferro a los globos que lanzas
confiada en tu espacio,
al danzar cadencioso de extraños bailes
que regalas en medio de mi soñar
a mi yo...

Me aferro pues, a tu risa,
a tus ojos de diosa
y al encanto fresco de tu mirar;
cual si fuese por fin verdad
que más nunca hemos de morir!

©Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los derechos reservados

sábado, 10 de febrero de 2018

TUS PASOS


Seguiré tus pasos
en la magia calma de la tarde
evocando abriles claros
en los que tu risa danzaba
y tus pies obedecían.

Seguiré tus pasos
murmurando tu belleza
pergeñando tu dulzura
en el texto trasnochado
en el lino acrisolado
que no sabe de pesares ni deleites.

Seguiré tus pasos
arrellanado en mi miseria
espetando cuatro injurias
a la vida que hasta mí te trajo
al devenir de mis jornadas:
ese caldo de agonías que acabó con mi ilusión.

Seguiré tus pasos y al no verte,
el compás de mis latidos tejerá un camino para tus ansiosos pies...

y así caminarás por siempre ante mis ojos.

Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados
9.2.2018

domingo, 4 de febrero de 2018

FEÉRICO Y CARNAL (Por Gustavo Bonelli)


No sé qué señal advierto en tu mirada
Qué luz que en medio de la noche brilla
Sólo sé que en mi alcoba cada tarde
surgen tu recuerdo, tu figura y tu sonrisa.

Eres un misterio para mi alma criteriosa,
una gota de rocío expuesta sola en la pradera,
un deseo tierno y seductor que se abre paso,
un convite a acariciarte cada vez que te contemplo

Mis manos no se aquietan al contacto con tu cuerpo
mis ojos no te miran sólo, mi mirada te traspasa
mi cariño surge raudo, presto, pleno a apaciguarte
y a gozar de tu alegría dulce y de tus ojos moros.

Cuánta paz he sentido esta mañana al evocarte
y qué deleite he consentido a mi cuerpo hoy en tu nombre
eres magia sutil, a la vez feérica y ardiente cuerpo
eres todo deseo que celebra mi virtud y mis anhelos.

Dulce ser tan digno, tan sublime, tan distante
sabes darle alegría a mi hondura con tu hechizo
cuando eres más que maja, que mujer y bailarina ...
cuando eres diosa y hembra, de los pies a la cabeza!

©Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados