que no sentir crepitar nada en el magín,
que no hallar esos benditos estremecimientos
que se agolpan solo en el alma de aquellos elegidos
que se refugian en las nobles y generosas páginas de los amados libros
que, cual si fueran canes fieles,
siempre están prestos a consolarnos
con sus sabias enseñanzas y ternuras:
Es la educación sentimental por excelencia,
aquella de la cual nos hablara ya el genio Gustave Flaubert,
es la reconvención plena de amor de un Sarmiento
y el noble y dulce sentimiento escondido de un Vallejo
en un canto dulce y a la vez triste,
pletórico de gozo... y a la vez de un vacío sin fin.
©Gustavo Bonelli V.
Todos los derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario