¿Y quién fue el despistado que pensó que el amor era sólo paz, tranquilidad y sosiego ?...
El verdadero amor jamás se atiza en el llano, sino en las cumbres solitarias y las más oscuras hondonadas... La pasión amorosa sólo surge y se agolpa en los espíritus nocturnos de bohemias disquisiciones e infelices atardeceres, para amanecer prendado de la más gloriosa joya: ¡Tu pareja!
Gustavo Bonelli
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